image

Mi producción

"La inspiración existe pero tiene que encontrarte trabajando" (Pablo Picasso)

La verdad liberadora

Entrevista a Javier Romero, coautor de "Vale Todo", la biografía no autorizada de Daniel Hadad

“Vale Todo”, una investigación completa sobre uno de los empresarios más controvertidos de la era Menemista. Un trabajo delicado que devela todo el mecanismo de accionar mafioso de Daniel Hadad: desde maniobras plagadas de cámaras ocultas y escuchas telefónicas, hasta aprietes y extorsiones. Esta magestual obra se mete de lleno en los hilos del poder, y tras un fiel seguimiento da cuenta como éste estratega político se convirtió de parásito periodista movilero a dueño de uno de los más importantes holdings de nuestro país.

Cómo llegó a poseer semejante patrimonio, donde no faltan inmuebles: un departamento en la Avenida Libertador 4444 (pisos 42 y 43), valuado en 2 millones de dólares, una casa de country, de 800 mil dólares, una casa en Punta Piedras (Punta del Este, Uruguay), cotizada en 850 mil dólares y un departamento en Miami, que cuesta 1 millón de dólares.

Este libro muestra los alcances de lo que significa meterse con un enemigo poco deseable, un enemigo al que hay que enfrentar del otro lado de la balanza, bajo los aprietes y amenazas que conlleva interponerse en su camino.

Con una base firmemente liberal, y fiel adulación al gobierno Norteamericano, este joven que alguna vez lanzó piedras contra la policía, se halla ahora en el lugar codiciado que nunca se hubiese atrevido a soñar en sus épocas de estudio. De familia humilde pero trabajadora Daniel Hadad parece haber traicionado los principios de su infancia poco afortunada.

La biografía, es una obra realizada por dos periodistas, Romina Manguel y Javier Romero, que decidieron no callar y animarse a contar lo que algunos no querían que se ventile. La relación Hadad-Menem, y su vinculación con el empresario Yabrán salen al descubierto y permiten ver la escalada impresionante del “Dani” y la pugna oscura de sus intereses.

Desde la adquisición de la radio AM 710, hasta la compra de Canal 9 y Radio 10. Un libro que traza la figura de un hombre poderoso que, como afirma Jorge Lanata en su ejemplar, “no supo decir que no”.

¿Pensas que la obra “Vale Todo” se encuadra dentro del periodismo de investigación?

 Creo que si. El buen periodismo se debe basar en determinados preceptos que tienen que ver con la investigación. Me parece que cualquier nota por más pequeña que sea, requiere de un cronista o reportero que va a tratar de contar eso y un trabajo de investigación previo durante la confección de la nota. Aún un tema que puede parecer de género menor como puede ser la cobertura de un choque, requiere investigación, así que el periodismo es investigación. En el libro tratamos de seguir esos preceptos.

En base a los obstáculos que tuvieron que superar, vos narrás que sufrieron aprietes y demás…¿esto a vos te hizo sentir que peligraba tu vida o que te perseguían?

Para hacer periodismo político en la Argentina es muy común cruzarse con algunas mafias, algunos aspectos oscuros. Donde uno menos lo espera puede encontrar algún tipo de riesgo importante, sobre todo haciendo periodismo político, en este caso tenía que ver con un trabajo donde muchos de los actores tienen que ver con una Argentina oscura, mafiosa, etc. Y por lo tanto había una serie de riesgos en los cuales nos hacía prestar un poquito más de atención de lo usual.

Inserto en el contexto de este país, ¿no?

Si, claro. Vos fijate que no sólo estamos hablando de este país sino también de los últimos años de este país. Si te acercas más al personaje te encontrás con que el que le financió la compra de la primer radio fue justamente Yabrán con todo lo que eso significa. El contacto con toda esa Argentina mafiosa hace que uno tenga que tener ciertos cuidados y sienta en determinado momento algún tipo de temor. Es natural, es humano, tampoco es un temor inmovilizante pero bueno, por momentos se han sentido y tuvimos algún tipo de presión y de cuestión que hizo que estemos con más cuidado y más alerta de lo normal.

Uds. se reunieron con Hadad…

Si (pausa) en dos oportunidades. Nos reunimos cuando empezamos el libro apenas tuvimos el contrato, tuvimos una reunión con él y ahí le expusimos que íbamos a escribir una biografía sobre él, si quería contarnos estábamos abiertos a escuchar su versión sobre su vida, sobre su crecimiento profesional y económico, etc. y que nosotros al mismo tiempo íbamos a hacer un trabajo con diversas fuentes. Esa fue la primera vez que lo vimos y la segunda ya fue cuando habíamos recibido la visita de algunas personas que entendíamos que podían estar viniendo de parte de él y que nos ofrecían diversas cuestiones para hacer un libro que lo favorezca. Cuando notamos eso nos preocupamos, pedimos una entrevista con él y le dijimos que no íbamos a aceptar que venga nadie a hablarnos en nombre de él para ninguna cuestión. Esa fue la segunda vez y la última.

¿Con Romina siempre fueron precavidos? ¿Llevaban micrófonos o cámaras ocultas?

Nosotros hicimos lo que se hace normalmente en los trabajos periodísticos. Somos periodistas hace muchos años y lo que hacemos es tener off the record con algunas personas y con otras les decíamos que nos interesaba grabarlo para poder escribirlo y lo que no podíamos grabar o no podíamos probar no lo escribimos directamente, así que hicimos un trabajo clásico en ese sentido.

¿Cuál fue el objetivo primordial del libro?

Te digo lo que me pasaba a mí. Yo escuchaba la radio, Radio 10, veía los programas de TV que él manejaba, etc. y veía el crecimiento que estaba teniendo y la verdad que tenía bastante bronca en un punto. Digo, ¿Cómo hace este tipo, no? Y había como muchas leyendas en el medio sobre la manera en la que él llegaba, cuáles eran las personas que lo rodeaban, el tipo de operaciones que hacía, etc. y me parecía que faltaba eso, contar también que detrás de los medios, de una nota de un diario, de un programa de TV, tras esa aparente inocencia y neutralidad de los medios, había detrás algunas otras cuestiones. Lo que queríamos contar fue eso, contar que hay detrás de los medios, detrás de las noticias.

De todo eso que me contás, ¿qué fue lo que más los impulsó a seguir: los manejos extorsivos, la conexión con Yabrán, con Menem?

La hipocresía con la cual la gente de poder se dejaba apretar por los medios y no lo denunciaba públicamente, eso es lo que más me impresiona y que víctima de un apriete no haga una denuncia pública de ese tema y que permita que esa persona siga teniendo la consideración pública como un periodista normal y no un “apretador”. Eso es lo más fuerte, este es un tipo es muy importante, es muy poderoso, ¿por qué se dejan apretar si son tan poderosos? Y también me impresionó como el resto de los medios lo protegen.

Como una complicidad cuasi-velada…

Si, claro.

¿Qué metodología utilizaron para acercarse a las fuentes?

Con Romina tratamos de hacer algo bastante natural. Hicimos un par de líneas de trabajo. Una tenía que ver con su línea de vida, tratar de ver que hizo desde que era chico hasta que era grande, con quién se juntaba, y otra que tiene que ver con la línea de periodista profesional, dónde había empezado, cuando le había picado el bichito de hacer periodismo y qué había pasado en cada uno de los lugares donde había estado y cómo fue ascendiendo. Esas fueron las dos líneas de trabajo. Después las cruzamos. Uno se fija sobre qué puede escribir y qué no. Después da para bancarse si te hace un juicio o no y después el resto aparece en el libro…

¿Y hasta ahora tuvieron algún encontronazo en la Justicia?

No. Con la Justicia no tuvimos ningún problema. La verdad que fuimos muy cuidadosos entiendo yo, en que lo que escribimos lo teníamos probado y lo que no teníamos probado, no lo escribimos. Entonces no teníamos un espacio para que nos pudiera llevar a la Justicia y ganarnos, porque sino eso hubiera mellado nuestra credibilidad como periodistas y profesionales y aparte la del libro. Si había algo falso, erróneo, etc. hubiera dañado el libro. Por eso nos cuidamos mucho, escribimos únicamente aquellas cosas que podíamos probar fehacientemente delante de un tribunal.

Tuvieron muchas fuentes off the record, pero a pesar de eso respaldaron mucho la investigación…

Si. Supongo que en algún momento habrá evaluado Hadad con sus abogados la conveniencia o no de llevar adelante algún tipo de acción judicial y ver si alguna de las fuentes que teníamos que en algunos casos no revelábamos, qué pasaba si se veía ante alguna instancia de sentarse delante de un tribunal y tener que decir la verdad, y si decía la mentira, podría ser un falso testimonio y bueno, parece que eso también pesa. Nosotros tenemos el acceso que hablamos con alguien que nos dijo tal cosa. Generalmente la citamos con nombre y apellido pero en la oportunidad de algún caso de que pudiéramos no haberlo nombrado, esa persona seguramente en algún juicio iba a tener que contar lo que sabía y bueno, de esa manera tampoco le hubiera resultado llevarnos delante de un tribunal a nosotros. Digamos, si hace algo, lo hace para ganar y si no, no lo hace.

De hecho no le convenía…si hasta ahora no hizo algo…

Ya hace varios años así que…ya parece difícil que acceda ahora.

¿Pensas que el libro tiene falencias?

El encuentro con dos millones de errores, de problemas. La verdad que me hubiese gustado que esté mejor escrito, que sea más largo. Lo hicimos corto para que pueda ser accesible a la gente. Capaz que si hubiese sido más largo se podría haber entendido mejor, pero bueno ya está, había que hacerlo, terminarlo y entregarlo.

¿Es posible encontrar en el relato esa realidad que ustedes descubren?

Había que separar la fábula de la realidad sobre el ascenso de un movilero a uno de los grandes dueños de los monopolios de comunicación en pocos años. Si nos ponemos a ver a manos de quién están los medios, de Manzano, de Grupo Clarín que negoció silencio durante la dictadura a cambio de la principal fábrica de papel “Papel Prensa”, es liberador conocer la verdad.