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Mi producción

"La inspiración existe pero tiene que encontrarte trabajando" (Pablo Picasso)

"El movimiento piquetero es la punta del iceberg"

Foto: www.rodriguezesteban.blogspot.com
Esteban Rodríguez Alzueta es docente, abogado, ensayista y Magíster en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Plata. Pertenece a un colectivo cultural llamado "La grieta" que organiza recitales de poesía y música, y desde hace siete años monta un teatro donde se desarrollan talleres de reflexión infantiles y para adultos. Además, organiza una asociación de Derechos Humanos (Colectivo de Investigación y Acción Jurídica)



¿El piquete es un ejemplo de lucha de las clases sojuzgadas? 

El piquete es como la punta del iceberg. En realidad habría que ver que hay detrás del él. No es una expresión espontánea de los sectores populares sino que es la eclosión de una experiencia de lucha que se viene desarrollando pacientemente en el interior de determinadas barriadas y que retoma también distintas experiencias de lucha de otros momentos de auge. 

El piquete es la posibilidad de hacer ver, de instalar, de visualizar un problema que hasta entonces no era tenido en cuenta, y justamente como se trata de trabajadores desocupados, la manera que tiende a hacerlo no es a través de una huelga. Entonces encontraron en el corte de ruta, en la obstaculización del transito, la posibilidad de hacerse escuchar y hacerle ver no solamente al Estado sino también al resto de la sociedad que hay un sector importante de la población que está teniendo todos estos problemas que no se están resolviendo. 

Por otro lado tampoco se trata de un invento de los desocupados, el piquete se remonta al piquete de fabrica y a los cortes de ruta que hicieron las ligas campesinas en la década del '70 no es ninguna novedad. De alguna manera uno puede ver en esta metodología de lucha, los repertorios previos que están operando en esas acciones. El piquete es la expresión de toda una experiencia de organización que va mas allá del corte de ruta. Tiene que ver con resolver problemas de subsistencia a través de determinados emprendimientos productivos como puede ser una panadería, una talabartería, un taller de materiales, etc.

Es un nuevo espacio de identidad.......

Las organizaciones de desocupados pueden pensarse como una de las estrategias que van desarrollando los sectores subalternos para resolver sus problemas materiales y de subsistencia inmediata, pero también para resolver cuestiones que atañen a la identidad. Resolver problemas culturales. Esta claro que el fenómeno de la desocupación genera un problema a la hora de resolver los problemas materiales pero también genera un trastrocamiento de las identidades. Vos ya no sos trabajador, no sos la familia de un metalúrgico, entonces esto afecta a los vínculos sociales y una manera de generar pertenencia, de generar identidad es a partir de estas organizaciones.

¿El 19 y 20 de diciembre marcó un quiebre con eso?

Fue un momento de auge de varias luchas que por momentos se condensaron en el tiempo. Es la expresión de todas esas luchas previas que se venían desarrollando. Pero pienso que no constituyó un quiebre. En ningún momento habría que pensarlo como un nuevo punto de partida, como que realmente se partió la historia en dos. Al contrario, en la salida electoral uno puede encontrar como de alguna manera las clases dirigentes pudieron recomponerse mas fácilmente. A veces en el 19 y 20 uno sobreestima el lugar donde uno se encontraba. 

Nos gusta ponernos en un lugar donde no nos encontramos. Les queremos hacer decir al 19 y 20 cosas que realmente no pasaron. Y por otro lado subestimamos a la clase dirigente, por eso la izquierda no puede explicar fácilmente toda esta recomposición que estamos percibiendo hoy, la legitimidad que supo ganarse por ejemplo el actual gobierno. Como pudo volverse a ganar la confiabilidad de ciertos sectores populares. 

Foto: www.rodriguezesteban.blogspot.com
Hay algo más de fondo.....

Claro, sobre todo porque los cambios de los pueblos son lentos. En el 19 y 20 estaban los sectores populares, pero también los sectores medios, también estaba Blumberg en la plaza. No fue solamente una insubordinación de la clase popular. 

La mayoría de los que concurren a las marchas son jóvenes y mujeres ¿como se explica eso?

El que se organiza es el barrio, y en el barrio no está solamente el hombre sino que también está la mujer. En realidad todo esto ya fue anticipado por todo el clientelismo duhaldista cuando reconoce en la mujer el actor dinámico de los barrios por ejemplo en la figura de la manzanera. Advierte justamente su protagonismo cuando va a buscar la manera de canalizar todos estos problemas a través de la figura de la puntera. La centralidad que tiene la mujer en el barrio. 

El hombre es el que está desocupado, el que está más golpeado por la desocupación, la precarización, por el desmantelamiento del Estado social, la corrosión del carácter, por la perdida de identidad. Entonces la mujer es la que le da continuidad a la vida del barrio. Generalmente los que sostienen una copa de leche, el comedor, la panadería, una huerta, son sobre todo las mujeres. 

Así como en las marchas de los '70 iba el macho argentino desfilando, te encontrás hoy que las marchas piqueteras tienen otro ritmo, el de los viejos y las mujeres embarazadas. En el barrio no solamente está el hombre, está la mujer, los abuelos, los tíos, están todos y tienen que organizarse.

¿Los piqueteros son violentos?

Toda medida de fuerza como un piquete es violenta porque está obstaculizando cierto estado normal de las cosas, cierta cotidianeidad, y en ese sentido uno puede percibirlos como violentos. Lo que pasa es que es una violencia que está queriendo dar cuenta de una violencia sistemática que se ejerce cotidianamente contra estos sectores subalternos. 

A mi me gusta pensar la protesta social como una denuncia al genocidio económico que está cometiendo este Estado malestar. Porque la muerte no es solamente la muerte directa que llega a través del gatillo fácil, los escuadrones de la muerte o la tortura que en las comisarías argentinas está a la orden del día. Muerte también es la muerte indirecta, es todo lo que está creando las condiciones para la muerte, como la falta de salud, trabajo, vivienda, de infraestructura urbana, la desnutrición, el hambre.

De igual forma eso muerde, lo que pasa es que es una muerte imperceptible, porque no es que llega de un día para el otro, en sopetón, sino que va calando de a poco en los huesos. Coerción institucional que sistemáticamente se va ejerciendo sobre los sectores subalternos. Entonces puede ser que sea percibida como violencia por los sectores medios. 

¿Hay entonces una campaña en contra de los piqueteros?

Si, hay una clara estigmatización a través de determinados estereotipos que intentan bloquear la protesta social y neutralizarla, evitar que salga en los medios y cuando sale en ellos que salga de una manera descontextualizada, deshistorizada. Es decir percibir solamente la punta del iceberg y no ver todo lo que hay debajo de la línea de flote, todas las condiciones económicas, políticas y culturales. 

Resignificar al piquete como un caos de tránsito, elegir a la hora de contar una noticia la perspectiva de la persona que no pudo llegar al trabajo y no tener en cuenta la voz de los desocupados te está diciendo de que manera está recortando una noticia, a quien justamente le está negando la palabra

¿Que cosas contribuyeron a generar ese miedo?

Lo del palo y la capucha parece medio folklórico. Lo que pasa es que cuando surgieron las primeras organizaciones de desocupados, no estaban inscriptas a un partido político o a una central sindical. Eran grupos muy pequeños que salían a cortar una calle y que no tenían ningún paraguas institucional o político. 
Entonces la gente que estaba en la primera línea del corte era muy expuesta: a vos te filmaban y después te abrían una causa. 

Los primeros cortes se hacían cerca del barrio con lo cual los policías que iban a la zona del corte eran los que a vos te conocían, y si a vos te veían que estabas ahí no te iban a decir nada porque estabas con todos tus compañeros, pero después en la vida cotidiana te levantaban, te perseguían, te amedrentaban, te pegaban una paliza. 

Entonces como una medida de seguridad se resolvió usar la capucha, como una forma de decir acá estoy, existo, y también como una cuestión de identidad. Como decía Marcos "me tuve que tapar el rostro para tener un rostro", me tuve que cubrir para que me puedan percibir.

¿Como afecta el clientelismo político a las organizaciones piqueteras?

Mucho, hasta el riesgo de extinguirlas. Uno puede decir que realmente si las organizaciones de desocupados pudieron surgir en la Argentina fue también porque se aceitó todo el aparato clientelar del PJ. Hoy en día que está fluyendo esto otra vez, es muy probable que muchos de los sectores de los desocupados sean cooptados por ellos. Por eso me parece que las organizaciones encontraron un techo y que tendrían que empezar a optar otras mediaciones para no quedar enquistadas en los barrios.

¿Como ves el panorama a futuro?

A mi me parece que una de las preguntas pendientes, no sólo del movimiento de desocupados sino también del popular, es la imposibilidad y la dificultad a la hora de vincularse, de justamente compartir la lucha, a la hora de generar instancias o mediaciones de coordinación y de articulación. Hay que resolver los problemas, superar el socialismo en un solo barrio, en un solo partido.

¿Los partidos políticos de izquierda pueden ser una salida posible?

Son una instancia mas de articulación pero no habría que acotar el margen. El desafío consiste en vincular las distintas formas de organización que se están produciendo, y no que una organización tenga que subsumirse a otra y hegemonizarla.